Jamás olvidaré el viaje que me propuso mi amiga Susana, compañera de la universidad, el año pasado. Todo empezó una tarde, cuando sonó el teléfono. Me dijo que se iba a Brasil, con todos los que estudiamos biología, y que si me apuntaba. Entusiasmada le dije que sí. Estuve haciendo la maleta y preparando todo lo que necesitaba durante una semana, Todo era nuevo para mí. ¿Qué me iba a encontrar? Llegó el día tan esperado, fuimos todos al aeropuerto y allí facturamos, esperando a que nos llamaran para embarcar. El vuelo duró 6 largas horas de turbulencias. Al aterrizar me asomé a la ventanilla y divisé una selva tropical enorme. Después recogimos nuestro equipaje, y nos fuimos a Manaos que está situado en pleno corazón de la selva amazónica a orillas del rio Negro, que como muy bien me contó mi profesor de ecología Alfonso el RIO NEGRO es el mas caudaloso afluente del Amazonas y es navegable con grandes embarcaciones hasta su desembocadura en Vaupés. Nos reunimos en la recepción y mi amiga Susana como siempre llegó tarde. Cuando llegó ya estaba alli el guia de la expedición, aparentemente era un hombre entrado en edad pero seguramente no superaría los 30 años. Llevaba una camisa blanca que le resaltaba su color de piel y le favorecía bastante. Olía a humedad y su cara inspiraba una cierta seguridad ya que parecía conocer la selva como la palma de su mano. Nos contó lo que teníamos que llevar a la expedicion y que debiamos estar seguros de nosotros mismos ya que podiamos correr muchos peligros pero que era una gran experiencia. No nos lo pensamos dos veces, subimos a nuestras habitaciones, cogimos todo lo necesario y comenzamos la aventura con Thuwo, nuestro guía.Salimos para hacer fotografías y escuchar una explicación del encuentro de las aguas donde nace el río amazonas, luego subimos por el río negro en dirección al campamento flotante anaconda lodge pasando al frente de la ciudad de MANAOS observando la arquitectura típica de la zona al margen del río negro, el mercado municipal y del puerto flotante construido en el tiempo de la explotación del CAUCHO, Después del almuerzo en el anaconda amazon lodg hicimos una travesía en canoa por pequeños afluentes, Era una buena oportunidad para observar innumerables especies de plantas típicas de la región como 'ESTORAQUE', 'CAOBA', 'HUACAPÚ', Había pesca de PIRAÑAS y aunque todo el mundo las tiene miedo, no te hacen nada si no las molestas. Después de la cena fuimos en canoa para observar la vida salvaje nocturna con PESCA ECOLÓGICA de caimanes, fue increible. Al llegar al hotel estábamos muy cansados y caimos rendidos en la cama. Al dia siguiente no podiamos con nuestra alma pero seguiamos entusiasmados con el viaje. Después del desayuno nos dimos una caminata por la selva, para conocer sus biodiversidades. Luego nos fuimos a comer una serie de platos tipicos, de primero 'BOBÓ DE CAMARON' y de postre 'Quindins da vovó' sinceramente, es una de las mejores comidas que he probado nunca. Luego fuimos en una travesía en canoa para conocer la fauna de la selva. Vimos pumas, jaguares,venados,dantas y muchos tucanes.Volvimos al hotel y como era la última noche allí, hicimos un fiesta y Thuwo nos acompañó aunque nos costó convencerle. Nos enseñó una danza representativas de procedencia indígena llamado LOS GUERREIROS. Nos dio a probar caipirinha, que es una bebida típica del amazonas como una especie de gaseosa hecha con guaraná. Después nos fuimos a dormir porque queríamos aprovechar todo el tiempo que nos quedaba allí.
Al día siguiente, por la mañana muy temprano, Thuwo nos llevó a visitar a una familia de CABOCLOS. Thuwo nos contó que eran indios y su descendientes mestizos ,es decir, hijos de indios con hombres blancos. Conocimos sus costumbres y su cultura. Yo quedé muy sorprendida. Después de comer fuimos a conocer el teatro amazonas, el museo de los indios, el museo científico y el mercado municipal. Alli compré algunas cosas para llevarle a mis padres típicas del amazonas. Luego volvimos al hotel a recoger el equipaje que ya lo teniamos en recepción y fuimos al aeropuerto porque el vuelo salía a las 10 de la noche. Al llegar a Madrid mis padres me esperaban. Les conté todo lo que me había pasado y lo que había visto. Este viaje ha sido y será el mejor y volvería a ir sino fuera por la vacuna contra la FIEBRE AMARILLA que hay que ponerse 10 días antes.
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